Bob Fu no solo es un defensor de los perseguidos, sino también un sobreviviente de la persecución, y está llamando a los creyentes a orar por aquellos que les hacen mal.
Fu y su esposa, Heidi, eran líderes de iglesias domésticas en China en la década de 1990. Pero luego, en 1996, los intrépidos creyentes fueron detenidos en seco: fueron arrestados, acusados y encarcelados durante dos meses por “evangelización ilegal”, dijo Fu en un episodio reciente de “Faith vs. Culture” de CBN.
El arresto de Fu se produjo cuando, según dice, se desempeñaba como “agente doble de Dios”, enseñando inglés a funcionarios del gobierno chino mientras compartía su fe con un grupo no autorizado de cristianos.
“Recibí mi misión financiada directamente por el Partido Comunista todos los meses”, agregó Fu. “Así que alabado sea el Señor”.
En los años transcurridos desde su propia experiencia con la persecución, los Fus lanzaron China Aid, una organización de defensa que ofrece asistencia legal a los cristianos arrestados injustamente en China, y ahora instan a los creyentes de Occidente a recordar a sus hermanos y hermanas perseguidos en la nación comunista.
Fu llamó a los cristianos a vivir las palabras de Hebreos 13:3, en las que está escrito: “Seguid recordando a los que están en la cárcel como si estuvierais juntos en la cárcel, y a los que son maltratados como si vosotros mismos estuvierais sufriendo” ( NVI).
“No puedes quedarte de brazos cruzados cuando un hermano o una hermana en Cristo está sufriendo como parte del mismo cuerpo de Cristo”, dijo. “Esa es la principal preocupación y motivación como una forma de servir al Señor porque cuando una parte del cuerpo sufre, todo el cuerpo sufre y no importa dónde estén, en China, Irán, Corea del Norte, Nigeria, son uno. parte del mismo cuerpo de Cristo, la misma iglesia.”
Más tarde, en “Fe versus cultura”, Fu animó a los cristianos a orar por los perseguidores e incluso por el presidente chino Xi Jinping, el líder del mismo gobierno que los persiguió a él y a Heidi hace tantos años.
“Oren por los perseguidores, por su arrepentimiento y perdón y por su salvación, también por el presidente Xi Jinping, a pesar de su despiadada persecución”, dijo. “También necesitamos saber que esto, el final, el resultado de esta guerra, ya se ha decidido. Cuántos gobernantes, sin importar cuán despiadados hayan sido, lo han intentado… y el número de cristianos en China ha llegado a más de 130 millones… a pesar de la persecución continua del Partido Comunista Chino”.
«Xi Jinping debería ser un poco más inteligente, en realidad», agregó Fu. “Si quiere acelerar el crecimiento de la iglesia, siga adelante. Esta persecución resultará inútil y condenada. La iglesia de Dios nunca será destruida y el pueblo de Dios nunca será derribado simplemente encadenándolos físicamente. Sus almas y sus oraciones nunca se detendrán, ni siquiera en las celdas de la prisión”.
“Por un lado”, explicó, “yo era un líder activo de la iglesia clandestina que compartía el Evangelio, plantaba iglesias en las universidades e incluso una escuela bíblica clandestina, al mismo tiempo, Dios me dio tres años de oportunidad de enseñar inglés a los líderes del Partido Comunista en Beijing”.