6/03/22

Mateo 21. Sin frutos somos inútiles

 

En este mundo solo hay dos tipos de personas y de sociedades, personas o sociedades pobres y personas y sociedad prosperas.

Lo que hace que una persona o una sociedad prospere es el ser útiles o producir frutos.

Todo aquel que no produce empobrece. Si un padre le da todo a sus hijos y no es exige que den frutos o que produzcan los está condenando a la inutilidad o a la pobreza.

Los gobernantes que prometen darle todo lo que necesitan a los habitantes de su país o ciudad sin que nada les cueste los condenan a la pobreza y mediocridad.

Lo único que genera prosperidad en una familia o una nación es la capacidad productiva de sus miembros.

Jesús quería enseñarles este principio a sus discípulos y lo hace a través de una higuera. Para Dios una persona que no da frutos es una persona inútil. V 18-19 “Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera.

Jesucristo mide la capacidad de una perdona a través de sus frutos. Mateo 7: 16 “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?” Dios desecha a quien no da frutos.

Como conseguir frutos de manera espiritual y de manera Secular.

1. Trabajando. 2 Timoteo 2: 6 “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.” todos nuestros sueños o propósitos podrán ser una realidad si trabajamos por conseguirlo. No basta con que tengas una lista de lo que quieres también es necesario que empieces a trabaja por ello.

2. Hacer Buenas Obras. Tito 3: 14 “Y aprendan también los nuestros a ocuparse en buenas obras para los casos de necesidad, para que no sean sin fruto” no solo obras de caridad. Las obras que ejecutamos nos deben conducir a la consecución de lo que nos hemos propuesto.

3. Amando lo que hacemos. 2 Pedro 1: 7-8 “a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” solo cuando amamos lo que hacemos nos sentimos bien y sobre todo damos frutos. Es imposible rendir en un lugar donde nos sentimos incomodos.

4. Estando Junto a Cristo. Juan 15: 5- 6 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” solo cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón somos capaces de dar más de lo que tenemos que dar. Jesucristo nos llena de su amor y el amor nos da fuerzas y pación para hacer bien lo que tenemos que hacer.

Podríamos preguntarnos. ¿Qué frutos estamos dando? Los frutos son importantes en cada área de nuestra vida. Como padres, como hijos, como miembros de una sociedad, en la iglesia, en el trabajo. Etc.

Que ganamos cuando luchamos por producir.

1. En lo Espiritual. Cuando damos frutos nos convertimos en discípulos. Juan 15: 8 “En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.” Es decir, los frutos son los que nos identifican como discípulos de Cristo. No basta con decir que pertenecemos a alguna iglesia lo importante es dar frutos para Cristo.

2. En lo secular. Logramos alcanzar todas nuestras metas o hacer realidad cada uno de nuestros sueños.

Dar frutos no es una opción. Dar frutos es una orden y la única forma de dar frutos es estando junto a Jesucristo. Juan 15: 2 “Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.

Una persona que no da frutos es una persona estéril o inútil. Solo con Jesucristo en nuestro corazón y mucho esfuerzo de nuestra parte nos convierte en personas útiles.